Después de meses de espera, ¡llegan las vacaciones para muchos! Unos días de desconexión merecidos donde gran parte de la población aprovecha para descansar, viajar, hacer deporte…
Pero a veces esto conlleva a unos cambios de rutina con los que tenemos que tener precaución si no queremos que estas vacaciones se tuerzan.
Como sanitarios damos mucha importancia a la prevención, por eso queremos darte algunos consejos que puedan evitar cualquier contratiempo durante estos días en los que te mereces disfrutar.
Atención a dónde duermes
Si normalmente sufres de dolores cervicales en cuello o espalda, pon especial atención al lugar donde duermes.
Procura que, tanto la almohada como el colchón que utilices durante las vacaciones estén en buenas condiciones y no supongan un gran cambio respecto a lo que tengas en casa. Incluso, si te lo puedes permitir, hay casos en los que lo ideal es llevar contigo tu almohada.
Viajes largos
Tanto si vas a viajar en coche como en bus, es aconsejable hacer una parada cada 2 horas para «soltar» las piernas. Puedes caminar un poco y realizar algunos estiramientos.
En caso de que tu destino sea aún más lejano y viajes en avión durante más de 5 horas, evita problemas vasculares como el síndrome de la clase turista o trombosis del viajero. Para ello te recomendamos realizar paseos frecuentes, además de flexionar, extender y rotar tobillos.
Tampoco olvides una correcta hidratación.
Práctica deportiva
Aprovechar el verano para movernos más y practicar ese deporte para el que nunca tienes tiempo es genial. No obstante, si no lo practicas habitualmente, empieza poco a poco y asume tus limitaciones. Si no estamos preparados para ello, las consecuencias pueden ser negativas, por lo que te recomendamos no darlo todo en esos casos.
Además es fundamental un buen calentamiento previo y realizar estiramientos de los grupos musculares empleados al finalizar la actividad. Esto te ayudará a evitar que aparezcan posibles lesiones o molestias.
El calzado
El calzado «de verano», por norma general, no es muy adecuado para nuestros pies ni para el resto de nuestro cuerpo. Con esto no pretendemos que guardes para siempre tus chanclas y sandalias, pero si vas a realizar largas caminatas, procura utilizar un calzado adecuado, apto para la práctica deportiva, que tenga una buena sujeción y que transpire.
También es importante tener precaución en playas, piscinas o ríos, empleando un calzado que impida que se produzcan cortes, quemaduras o, incluso, algún resbalón.
En Fisioterapia Derio ponemos mucho énfasis en cualquier acción que evite un percance que pueda afectar a tu salud.
No obstante, si sufres cualquier lesión, dolor, sobrecarga muscular o, simplemente, quieres un «ajuste» para encarar mejor tus vacaciones, no dudes en ponerte en manos de un fisioterapeuta experto.